No obstante, al querer escapar del cuarto donde estaban estos animales herbívoros, resbaló y de frente, el mamífero abrió grande su boca mostrando sus afilados colmillos. A pesar de ello, el Hippopotamus amphibius le perdonó la vida a su criador.
La posibilidad de sobrevivir al ataque de un hipopótamo es mínima, casi nula. La suerte que tuvo el hombre del clip es suprema, pues se sabe que esos seres son aniquiladores extremos cuando están enojados.