No es un secreto que el diputado petista, Gerardo Fernández Noroña, se va seguido de la lengua; el señor seguido padece de una diarrea verbal que no se cura con Pepto Bismol. De hecho, su lengua lo ha metido en problemas, hasta fue acusado y sentenciado por el delito de violencia política de género. Resulta que, en un mitin en Tlaxcala, el señor, aburrido al ver que acudió poca gente, se puso a despotricar en contra de la diputada panista Adriana Dávila. De ella dijo: «Me comentan que hay una diputada de que fue senadora y que está involucrada en ese tema y que es más bocona que la chingada, no sé si sea cierto o no, pero en Tlaxcala siguen los problemas y son elementos para ponerle una chinga la próxima vez que abra la boca».
Noroña, sin pruebas, acusó a la diputada de tratante de blancas. Eso lo obligó a disculparse, pero no sólo eso, sino que su boca floja lo pudo poner en la “lista negra” del INE que lo inhabilitaría de por vida a contender en cualquier puesto de elección popular. Pues este “lengua larga”, boquiflojo, será el vocero de Claudia Sheinbaum.
En un mensaje de Twitter la Sheinbaum anotó: «Con mi compañero Gerardo Fernández Noroña, quien nos ayudará a coordinar vocerías y al vínculo con organizaciones sociales y civiles». A ver cómo le va con esa boca floja que tiene.
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