¿Cómo se ve López Obrador cuando se lanza en contra de Carlos Loret de Mola? ¿Cómo se ve cuando insulta a los medios de comunicación? ¿Cómo se ve cuando difama a Xóchitl Gálvez? ¿Cómo se ve el presidente cuando un invitado a la mañanera le hace una pregunta incómoda? Pues se ve como Javier Milei, candidato conservador de Argentina, insultando al papa Francisco. En su conferencia mañanera el presidente de México mostró el rostro y los gestos de Javier Milei hablando del papa. Milei dijo del pontífice, paisano suyo, que es un «representante del maligno en la tierra, ocupando el trono de la casa de Dios».
Dichos completamente fuera de lugar. López Obrador, en su afán de quedar bien con el papa Francisco acotó: «Nadie se había atrevido a insultar al Papa como lo hace Milei, y sin fundamento, nada más por su conservadurismo, porque así son, y no crean que hay diferencia entre Milei y otro conservador».
Con quien no hay diferencia es con él, quien ocupa su tribuna diaria para insultar a quienes considera sus adversarios. Al final todavía dice: «Lo que pasa es que Milei lo dice porque es un deslenguado». Y en México, ¿quién es el deslenguado? Sólo faltó que le pusieran como música de fondo la canción de Lupita D’Alessio, «te pareces tanto a mí, que no puedes engañarme».
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