Sin embargo, cuál sería su sorpresa, al descubrir que esas palabras eran el fruto de la pasión desbordad de las dos maestras, que se entregan a las caricias que se proporcionaban mutuamente.
Por lo pronto, la primaria el Chamizal de la colonia Miraflores, ya es famosa por este hecho, que, por cierto, los padres consideran vergonzoso, tanto así que ya levantaron la denuncia correspondiente ante las autoridades educativas, para poner la medida disciplinaría correspondiente. Como dijera el finado Juanga, «pero qué necesidad». Y todo por querer ahorrarse lo del motel.