Cuenta Esopo que un perro pasaba por un río mientras cargaba un pedazo de carne utilizando su boca. Al ver su reflejo en el agua, el reflejo lo confundió, pues vio a otro perro que cargaba otro trozo de carne. La avidez se adueñó del perro quien quiso quedarse con la carne del perro del reflejo. Al intentar arrebatar el trozo de carne a su reflejo, terminó soltando su trozo carne al río, Al final, el perro termina sin un trozo de carne, como el perro de las dos tortas. Así le pasó a Ricardo Monreal, quien pudiendo hacer campaña, desde un principio, por el gobierno de la Ciudad de México, su avidez lo llevó a desear la presidencia de la república.
Sin embargo, no pudo ser candidato de Morena a la presidencia, y cuando quiso morder la candidatura de Morena al gobierno de la Ciudad de México, pues la Sheinbaum le arrebató ese trozo de carne para dárselo a Omar García Harfuch. La tarde del lunes, después de la reunión del Consejo de Morena, Ricardo Monreal tuvo que reconocer que se quedó como «el perro de las dos tortas»: «Evidentemente la gente se inclinará en la encuesta por quienes sienten que es más cercano a la doctora, en este caso el más cercano».
La Sheinbaum odia a Monreal, y por eso le echó la culpa del desastre de la elección del 2021, donde perdió más de la mitad de las alcaldías de la CDMX. ¿Usted cree que le iba a dejar el gobierno de la capital?
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