El amigo le dijo a la menor que tenía una conocida que la aceptaría en su casa mientras conseguía otro lugar para vivir. En su nueva vivienda no solo empezaron a agredirla físicamente, si no que era obligada a mantener relaciones sexuales con diferentes sujetos a cambio de dinero con la amenaza de que si no lo hacía la golpearían hasta quitarle la vida.
Luego de haber pasado un tiempo viviendo bajo los abusos a los que la obligaban, la menor decidió escapar. La víctima acudió ante las autoridades para que le brindaran ayuda. Después de unos días, la policía detuvo a Anaí Loza Neri y fue trasladada a una prisión en donde estuvo tres años hasta que un juez de control dictaminó su sentencia. La detenida pasará 67 años en una prisión federal por el delito de explotación sexual en contra de una menor.