Dan pena esos chairos descerebrados que se creen todo lo que les dice el presidente de los pobres, Andrés Manuel López Obrador. Los chairos deben conformarse con un par de zapatos, unas dos mudas de ropa y nunca, nunca aspirar a subirse a un auto último modelo. Los chairos deben conformarse con ser jodidos para que la familia presidencial se pueda dar la gran vida. En redes sociales circulan fotos de la fiesta de diecisiete años de la hijastra de José Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente.
Relata el periódico El Universal: “’Natalia Adams, XVII’ es el texto que acompaña a las fotos, donde se observa a la joven con un vestido en color dorado, y en varias de ellas figura José Ramón López. También se aprecian decoraciones lujosas, vestuarios al estilo Charleston, así como arreglos florales, luces y un escenario. También hay un “reel” con los mejores momentos de un espectáculo circense que amenizó el evento”.
Por supuesto, resulta ofensiva tanta ostentación en un país donde la mayoría de la población vive en pobreza y en pobreza extrema. Además, ¿de dónde salió el dinero para la fiesta, si como sabemos, José Ramón López Beltrán ni trabaja ni es empresario? Pero mientras los chairos quieran seguir siendo jodidos, el derroche de la familia presidencial no importa.
El 19 de junio el presidente habló sobre la prepotencia de los potentados que hacían sus fiestas elegantes. Y durante todo el sexenio ha aconsejado la sencillez y la austeridad. Esta suntuosa fiesta en honor de la hija de José Ramón López Beltrán desmiente la sencillez y pone… pic.twitter.com/jqtdYVpiGr
— Marco Levario Turcott (@Arouet_V) September 3, 2023
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