En Morena está en marcha el proceso para levantar la encuesta que decidirá quién será el candidato de Morena y aliados a la presidencia de México. Desde hace semanas, o quizá meses, a Marcelo Ebrard le han estado mandando mensajes de que la contienda no sería ni equitativa ni limpia. En su momento acusó Marcelo Ebrard que había un acarreo metódico para los eventos de Claudia Sheinbaum en donde los gobernadores eran los que operaban. El Consejo Nacional de Morena tiró a loco a Ebrard a pesar de las muchas evidencias de acarreo.
Ahora que se está levantando la encuesta, dos de las representantes de Ebrard, Malú Micher y Martha Delgado señalaron irregularidades en el proceso, por lo que emitieron un mensaje en Twitter: «Es un proceso complejo. El partido está sensible para poderlo recomponer. Hemos conseguido que se amplíe un día más la encuesta, que tengamos una cadena de custodia muy cercana para poder vigilar este proceso las 24 horas del día».
Rápido Marcelo Ebrard, consciente de esas irregularidades, compartió el mensaje con la siguiente leyenda: «Que todo mundo pueda participar libremente es el objetivo de todo el esfuerzo». A estas alturas Marcelo Ebrard ya debería haberse dado cuenta de que se lo llevaron al baile. Como dirían en el programa La Caravana, donde empezó Víctor Trujillo y Ausencio Cruz: «Lástima Margarito; gracias por participar».
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