En Chiapas y en el sur de Veracruz hay un refrán que dice: «Hay que ser cochino, pero no tan trompudo», esto significa que está bien aprovechar alguna situación, pero tampoco hay que caer en el exceso.
Resulta que el caso, donde la síndica de Miahuatlán y sus acarreadas, acosaron, golpearon y le arrebataron el celular a la reportera Verónica Huerta, por exhibir el uso de una ambulancia oficial, para asistir como borregos al cierre de campaña de Claudia Sheinbaum, se ha convertido en un problema delicado para el gobernador Cuitláhuac García y para la agencia de colocaciones llamada Comisión Estatal para La Atención y Protección de Los Periodistas, un elefante blanco que no sirve para nada.
Tenga por seguro que estas liosas y lamesuelas saldrán impunes, ya que el gobierno del hijo del profe Atanasio las solapará a como dé lugar. Seguramente saldrá a decir que la reportera tuvo la culpa de tomarles fotos, ya que las golpeadoras no estaban bien maquilladas.
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