Ya se sentía candidato Zoé Robledo, se sentía candidato porque aseguraba que él era uno de los hombres de más confianza del presidente López Obrador. Ya había hecho giras por Chiapas, el estado que buscaba gobernar, ya tenía un equipo de campaña que trabajaba noche y día promocionando su candidatura por Morena. Así andaba hasta que un día el presidente, desde su mañanera declaró: «Zoé Robledo es muy querido en Chiapas y tiene posibilidad, pero me dio un gusto enorme y yo se lo reconozco porque me buscó el jueves (17 de agosto) y me dijo que él no quiere abandonar el proyecto del Seguro y quiere terminar el compromiso que tenemos de dejar establecido el sistema IMSS-Bienestar».
¡Plop! Todos los planes de Zoé se vinieron abajo. Pero ahí no terminaba el asunto. López Obrador, para consumar la humillación, obligó a Zoé Robledo para que acudiera a Chiapas a destapar a la prima del presidente, Manuelita Obrador. «Yo nunca pensé, jamás, a diferencia de mi sueño y que sigue siendo ser gobernador de Chiapas. Yo nunca pensé que fuera a tener el reto, el desafío, la confianza del presidente López Obrador, de encabezar el IMSS».
Dijo Zoé Robledo en una reunión con Manuelita Obrador quien le contestó: «Vamos a caminar juntos todos. Asumo el compromiso con el compañero Carlos Morales, de que vamos a seguir luchando por el Chiapas que tanto soñamos (…) Tenemos un líder a nivel nacional. Acá hay gente te pensando que va a luchar por su estado. Y que vamos a hacerlo juntos compañeros». Fue entonces que la multitud reunida le gritó: «¡Gobernadora!, ¡Gobernadora!, ¡Gobernadora!»
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