En las revistas que escriben sobre el amor de pareja, utilizan regularmente la frase “amor apache” para describir una relación de pareja que se caracteriza por ser permanentemente conflictiva y, usualmente, destructiva. La relación entre el presidente López Obrador y el zacatecano Ricardo Monreal, ha sido así, esta ha estado llena de episodios crispidos que seguramente han rayado en la violencia verbal. Tan solo hay que recordar el episodio del 2021, donde Claudia Sheinbaum perdió la mitad de la Ciudad de México, debido a su inexperiencia y soberbia y, para no quedar en evidencia, le dijo al presidente que el único culpable del fracaso, había sido Ricardo Monreal.
El presidente se tragó ese cuento y Ricardo Monreal fue puesto en la congeladora un poco más de dos años. Ahora, y después de limar asperezas con quien desayunaba cada semana en palacio nacional, Ricardo Monreal hace un llamado a la unidad.
El zacatecano expresó que le preocupa la división, deserción y ruptura, y nadie puede darse ese lujo en este momento, por lo que pidió cerrar filas con el presidente López Obrador, el movimiento y el proceso de transición política. No cabe duda que, la promesa de ser candidato por la Ciudad de México, ha amansado a este animal político.
Comentarios