En México, a pesar de la manipulación metódica, de la manipulación institucional que de lunes a viernes nos dosifican desde la conferencia mañanera, todavía queda una mayoría que tiene la capacidad de decisión. El presidente López Obrador tiene determinado, a cómo dé lugar, mantener a su partido, Morena, en el poder. Hará todo lo posible, de manera licita e ilícita para quedarse con el poder. Ya lo probó, ya se hizo adicto al poder, no lo piensa dejar. ¿Cómo quitar del poder a un sujeto que se ha hecho adicto? Corresponde a esa mayoría, que todavía tiene capacidad de decisión, quitar del poder a este sujeto y a sus huestes.
En Veracruz millones de veracruzanos se encontrarán en esa disyuntiva, permitir que el gobierno de Morena siga llevando nuestros destinos o buscar una alternativa que brinde una esperanza de bienestar y buen gobierno. Han sido muchos años, 5 hasta el momento, en que la estulticia ha manejado los asuntos de gobierno. El gobernador Cuitláhuac García rompió todos los hitos. Se pensaba que después de Javier Duarte no se podría tener un peor gobernador, pero Cuitláhuac García lo superó, no sólo en estulticia, sino en corrupción y deshonra. Si bien el punto es hacia donde podríamos dirigir nuestra decisión.
En este momento, y desde hace unos meses, el diputado Pepe Yunes es de los pocos que han estado planteando un proyecto de gobierno que nos permita encontrar un camino hacia el buen gobierno. Es cierto, algunos de los que todavía tiene capacidad de decisión, los que no se han dejado manipular por López Obrador, creen que Pepe Yunes forma parte de un gobierno del pasado que ya tuvo su oportunidad. Es seguro que esas personas no se han dado la oportunidad de escuchar a Pepe Yunes. Dense esa oportunidad, escuchen al diputado y sus razones. En este momento tenemos la oportunidad de poner fin al gobierno de la estulticia, para darle paso al gobierno de la razón.
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