Una persona incongruente recomienda algo, pero actúa contrario a lo que recomienda; critica algo, pero sus acciones van a tono con lo que critica. Desde su conferencia mañanera el presidente López Obrador criticó a las personas que compran ropa de marca: «¡Imagínense, comprar, con todo respeto, una camisa y todavía hacerles publicidad! ¿Qué se gana con eso? Las marcas, los carros, que un Ferrari, como hay una canción -no voy a decir cantante- donde habla de una camioneta, Mercedes, ‘mi Mercedes, mi troca´, qué es eso».
Como siempre, el presidente cae en su propia incongruencia, pues por un lado critica la vida de las familias mexicanas, pero no se repara a ver lo que sucede en su casa. Por ejemplo, su hijo, Jesús Ernesto, fue fotografiado usando unos tenis Nike X OFF-White, que en la página de Farfetch, una empresa minorista de bienes de lujo, están valuados en 55 mil pesos. De hecho, si una persona en México buscara los tenis que usa el hijo del presidente no los encontraría en ninguna tienda, pues sólo se venden en Farfetch, «el destino global para la moda de lujo».
Y qué decir de los lujos que se da José Ramón López Beltrán y su esposa. Carolyn Adams, esposa del hijo del presidente sube a cada rato en su Instagram fotografías luciendo accesorios por más de 100 mil pesos. Pero claro, las críticas de López Obrador son para que sus pobres no sean aspiracionistas y sigan siendo pobres. Eso no aplica a su familia.
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