Que quede claro, Rosario Robles no ha sido declarada inocente de los delitos que se le imputan. Ella salió libre por vicios en el proceso, porque supuestamente el delito que se le imputaba no merecía la vinculación a proceso. Pero los datos son contundentes. Ella operó una “Estafa Maestra” multimillonaria que beneficio a Enrique Peña Nieto y al partido del presidente, el PRI. Claro, la Robles podrá decir que ya es inocente, porque le conviene ese discurso falaz. Pues apoyada en ese discurso, su hija, Mariana Moguel, se lanza para buscar el gobierno de la Ciudad de México. Dice la hija de la Robles: «Levanto la mano por la Ciudad de México, hoy arrancamos levantando la voz de todas y todos los que queremos una ciudad con más oportunidades, dejando de lado las desigualdades que nos hereda la actual administración».
Sobre el gobierno de Claudia Sheinbaum puntualiza: «Anhelo una ciudad libre, educada, informada, culta, donde todos y todas tengan acceso sin límites a la lectura, a la cultura, al disfrute de los espacios públicos y le reitero aquí sí sabemos que México se escribe con M de mujer. No es posible que un gobierno que estuvo encabezado por una mujer mantuviera un silencio cómplice frente ante tanto atropello. Es como si nos odiara, porque hasta el Zócalo permitió que se amurallara para enfrentar nuestros legítimos reclamos».
La madre, impune y orgullosa como pavorreal declara que si su hija pudo enfrentar al presidente y a la Fiscalía General de la República para luchar por su liberación, tiene la determinación y el gran corazón necesario para competir por la Jefatura de Gobierno.
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