Publica el periódico Reforma en su editorial Templo Mayor: «EL RATING de la mañanera viene en picada y en Palacio Nacional lo saben. Si bien tiene un público más o menos fiel (por no llamarlo adicto), la realidad es que los números de sus vistas en las plataformas digitales vienen a la baja aceleradamente». Esta situación obliga, como a los programas comerciales de talk show, a ofrecer contenidos más atractivos y controversiales; obliga a generar polémica, aunque se tenga que recurrir a la mentira y a la infamia.
Eso es lo que hemos visto en las últimas semanas, un presidente violentador, que se pasa las reglas del Instituto Nacional Electoral por el arco del triunfo, consciente de que los consejeros del INE son unos monigotes impuestos por él. Pero, a pesar de eso, las mañaneras seguirán en picada y con la contienda electoral que se avecina, poco a poco López Obrador dejará de importar a los mexicanos.