Dentro de los refranes mexicanos hay uno que dice: «Dios tarda, pero no olvida», éste hace referencia a que Dios envía sus dones, aunque aparenten tardarse. Pues este refrán que se da en forma de sentencia, le aplica muy bien a la magistrada Gladys de Lourdes Pérez Maldonado, quien luego de tres años de lucha legal, logró por méritos propios ser reinstalada en la Tercera Sala en materia penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado. No hay que olvidar que el gobernador Cuitláhuac García, con la ayuda y consejo de Éric Cisneros Burgos la habían retirado para poner en su lugar Ailett García Cayetano, hermana de la titular de la Secretaría del Trabajo, Dorheny García Cayetano, muy cercana a los sentimientos filiales del gobernador veracruzano.
Esta resolución viene a ser un fuerte golpe al gobierno de Cuitláhuac García y deja al descubierto la manera sucia y alevosa de manejar al poder judicial, por cierto, la magistrada Pérez Maldonado ocupará el cargo por un periodo de cinco años en términos de lo dispuesto por el Artículo 59 segundo párrafo de la Constitución Política del Estado, contados a partir del 30 de julio de 2020.
Ni hablar, un golpe más a Cuitláhuac García, y bien por la magistrada Gladys de Lourdes Pérez Maldonado, quien nunca dejo de luchar por su reinstalación.
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