Antes bien, uno de los exhibidos, Pío López Obrador denunció al que lo exhibió transando. Dice el periodista Carlos Loret de Mola: «Con dolor, el presidente colombiano “entregó” a su hijo ante la Justicia. En cambio, el presidente López Obrador no esperó ni un minuto de investigaciones oficiales, ni un día para cubrir las formas, y como reflejo inmediato tendió un manto de impunidad primero sobre Pío, luego sobre Martín, luego sobre José Ramón y finalmente sobre Andy. En Colombia, la Fiscalía no está encabezada por un empleado del presidente Petro. Por eso actuó contra su hijo ante las evidencias contundentes. En México, el fiscal fue nombrado por López Obrador y responde a sus órdenes. Por eso no ha dado un solo paso contra los hermanos e hijos del mandatario».
Y eso que Gustavo Petro no llegó a la presidencia con esa cantaleta de «no robar, no mentir, no traicionar».