Escribe Héctor de Mauleón: «Cuauhtémoc me llamó a un cuartito que se hallaba a un lado del comedor. ‘Agustín, ¿puedes venir?’, me dijo. Yo me levanté. Iba con mi esposa y le pedí que me esperara”. En aquella habitación estaban El Ray, Cuauhtémoc Blanco y su asesor y hombre de confianza, José Manuel Sáenz. Blanco, prosigue Alonso, dijo que la reunión era ‘para ver cómo se arreglaban’. El Ray habló: ‘Tres millones de pesos al año y se calma el pedo. Ahí muere la bronca’. Según Alonso, dijo también que convenía arreglar el problema, porque ‘tenemos un proyecto grande para más adelante’. No quedó claro cuál. Lo único cierto es que Blanco se lanzó como candidato a gobernador al terminar su gestión al frente de Cuernavaca».
Al terminar la reunión Cuauhtémoc Blanco no tuvo problemas para tomarse la foto con el Ray, Homero Figueroa Meza, El Tripa, e Irving Eduardo Solano Vera, El Profe. La única defensa que el gobernador de Morelos tiene es el respaldo del presidente, que como ya lo ha hecho antes, ha metido la mano al fuego por otros delincuentes que gobiernan con su partido.