Zoé Robledo, director del IMSS, ya encontró al perro flaco al que echarle las pulgas. Culpa a Mikel Arriola del elevador que mató a una niña

Mikel Arriola fue director del Instituto Mexicano del Seguro Social en el gobierno de Peña Nieto. El exdirector del IMSS parecía la víctima perfecta, el perro más flaco y cercano, al que echarle las pulgas que le saltaban a Zoé Robledo. Hace unos meses se reportó la muerte de una niña, aplastada por un elevador en un hospital del IMSS de Playa del Carmen. De inmediato se acusó de la falta de mantenimiento por el recorte de recursos a las instituciones de orden federal. La institución trató de deslindarse echando la culpa a la compañía que instaló los elevadores. Pero como no les resultó, por la falta de relevancia de dicha compañía, entonces buscaron a otro para echar la culpa de su negligencia.

De acuerdo con nota de Latinus, el IMSS en un comunicado explicó «que al revisar los contratos de compra y mantenimiento de los mil 136 elevadores de distintas marcas con los que cuenta el instituto, hallaron que en mayo de 2016 se adquirieron 181 elevadores a la empresa HITRA. Este contrato se celebró casi tres meses después de que Mikel Arriola fuera designado como director del IMSS, cargo que ocupó del 11 de febrero de 2016 al 28 de noviembre de 2019. De acuerdo con el reporte, el monto de adquisición de los elevadores HITRA fue de 559 millones de pesos, el cual incluía el servicio de mantenimiento a las 181 unidades y garantía por cinco años».

Por supuesto, aquí de lo que se trata es seguir la política del presidente López Obrador. La culpa de lo que pasa en México en este momento no es de la 4T, sino de los gobiernos anteriores.