Armando Ortiz / En lo que nadie debería estar a favor sobre la tala de árboles en la avenida Lázaro Cárdenas es en la forma en que se hizo, a espaldas de la ciudadanía, sin que mediaran consultas ni se plantearan opciones. Vale mencionar que el proyecto del puente de Urban Center es un proyecto del gobierno estatal; y es que ya aparecieron por ahí las huestes de un exalcalde que pretende politizar el tema y desviarlo de su origen. Los que están en contra de la tala, hay que decirlo, se pusieron en contra demasiado tarde, cuando ya era inminente la tala de los árboles; en una noche, después de la primera protesta, los talaron. Ahora abrazan árboles en una zona donde no habrá tala. Una persona, que ni está a favor ni en contra de la tala de árboles se preguntó: ¿Y esos que protestan por la tala de árboles, habrán sembrado en su vida un árbol? ¿Siquiera riegan sus plantas o al menos hacen faenas en sus colonias para mantener bellos sus jardines? Debe haber personas que sí, a otros viste bien salir a protestar. Dice Julian Cordero en Twitter: «Soy pro ambiente, pero también pro desarrollo, por años Xalapa estuvo abandonada, es solo una parte de los árboles, los que se quejan estoy seguro no han sembrado ni una planta, el problema es el cambio climático, no los puentes». Lo más fácil, y que puede generar muchos likes, es ponerse a favor de los ambientalistas, ser honesto, decir lo que en realidad se piensa, muchas veces genera molestias en las personas que, a pesar de jurarse tolerantes, se dejan llevar por la pasión de su verdad. La gran mayoría de los xalapeños nos quejamos de los problemas de movilidad que se viven en Xalapa. Si hace años no se hubiera realizado el Circuito Presidentes por la oposición de los ambientalistas de esa época, tal vez Xalapa sería más invivible que ahora. Pero ahí está esa vía que desahogó en mucho el tráfico de autos que se generaba en el centro de la ciudad. Cierto, no se debieron derribar así los árboles, es lamentable, pero quizá, dentro de algunos años, cuando circulemos por Lázaro Cárdenas, sin necesidad de entrar en el embotellamiento que generan los cruceros con sus semáforos, pensemos que el sacrificio valió la pena. Además, para ese entonces, los árboles, que en homenaje a esos árboles sacrificados habrán sembrado los cientos que ahora protestan, ya estarán generando más oxígeno.
Que alguien le tape el hocico a Vicente Fox. Quiere que Xóchitl gane la presidencia para que le devuelvan su pensión de expresidente
Como dicen en el pueblo, Vicente Fox ya dio el viejazo. Y no lo decimos sólo por su aspecto decadente, sino también por su manera de ver las cosas, por la manera de tratar los asuntos, por su impertinencia. El apoyo que Fox le quiere brindar a Xóchitl Gálvez es un lastre innecesario. Vicente Fox no tiene una buena imagen, su prestigio está por los suelos. Pero lo más grave del asunto es su impertinencia. Entrevistado por Latinus, Vicente Fox quiere que Xóchitl Gálvez gane la presidencia para que le devuelvan su pensión como expresidente: “El seguro de gastos médicos mayores anda sobre los 100 mil pesos mensuales para mi edad (…) ahora tengo que pagarlo yo. Y la gente dirá ‘pues qué bueno, que lo pague usted’, pues no es así, los presidentes deben tener tranquilidad, los expresidentes igual, sucede en todo el mundo, no hay que mandarlos a la hoguera porque luego se portan mal”. ¡Pinche Fox tan jodido! ¿Que no le da el negocio de la mariguana? Que se conforme con la pensión de adulto mayor que ya merece; que se vaya a formar al banco de Bienestar como todos los pensionados. Pero lo que más urge es que alguien le tape el hocico. Acaso no recuerda que López Obrador ganó votos por la promesa de quitar la pensión a los expresidentes. ¡Y le funcionó!
“Me tiene miedo”, dice Edy Smol quien reto a Xóchitl Gálvez a debate. ¿Y quién no le tendría miedo a semejante esperpento?
Hubo un tiempo en la televisión mexicana que Carmen Salinas conducía un talk show, un programa de entrevistas y debate en el que aparecían varios fenómenos; esperpentos sacados de las peores pesadillas de un loco. A ese programa acudía el hombre lobo, alienígenas, brujas, la mujer barbona; en uno de esos programas una mujer se quitó un diente de su dentadura mientras veía el programa. Pues a ese mundo de esperpentos pertenece Edy Simol, a quien le llaman el “gurú de la moda”, un oxímoron en sí, pues el señor, quien a cada rato modela su vestimenta, no tiene ni la menor idea de lo que es el buen gusto. Este tipo, que ahora abreva del “chayote” de la 4T, lo mismo que Lord Molécula, se atrevió a retar a un debate a la senadora Xóchitl Gálvez: “Tú dices que eres muy ciudadana, que eres la candidata ciudadana, bueno, pues ahora este ciudadano al que invitaste a tomar un café te quiere cuestionar, no solo lo de los contratos”. Xóchitl, que es muy entrona, es capaz de aceptar el debate. Pero mejor que no lo haga. Este sujeto lo que pretende es llamar más la atención. Es otra de las mascotas del lopezobradorismo, esa horda de lambiscones que pretende que el presidente les lance, aunque sea, una mirada o una mención en la mañanera.
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