Samuel García, lo mismo que el dirigente de su partido, no ven la realidad. Movimiento Ciudadano en las elecciones federales de 2021 sólo obtuvo el 7.01 por ciento de los votos emitidos, siendo relegado a una fuerza política menor. Dentro de la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión tiene 24 diputados federales y 8 senadores. Y si bien posee las gubernaturas de Jalisco y Nuevo León, eso no lo convierte en la segunda fuerza política de México, como lo pregona Samuel García. En el Consejo de su partido el gobernador de Nuevo León declaró: «Si nos la creemos como se la creyó Nuevo León en el 21, podemos ganar».
Con esa filosofía de tapete, esa que ni los optimistas de la new age se creen, el gobernador Samuel García piensa apoyarse. Como diría René Casados, «siempre sonríe y la fuerza estará contigo». Pero para ganar una elección se requiere más que sonrisas, más que ganas de ganar, más que creerse ganadores. Pretende ignorar Samuel García que desde el gobierno federal se prepara una elección de estado.
Ya mismo las campañas simuladas de los aspirantes de Morena nos muestran un “precampaña de estado”, con los recursos de las entidades estatales y los recursos de algunas dependencias piensan. Por ello, sólo creer que han de ganar los destina a una derrota estrepitosa. Claro, a menos que a eso le apueste Samuel García para quedar bien con su amigo López Obrador.
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