Como dijera el clásico calderonista, “haiga sido como haiga sido”, pero el gobierno de Cuitláhuac García, no tuvo otra alternativa que ordenar que saliera de prisión, la jueza Angélica Sánchez Hernández, a la que el morenista pretendía tener en una celda de por vida.
Con esta resolución, quedo expuesto cómo el hijo del Profe Atanasio, utiliza el aparato de justicia como garrote contra aquellos que contravienen sus órdenes.
Si bien es cierto que resolución fue para concederle la prisión domiciliaria, y que pueda llevar su proceso en libertad, la resolución demuestra que el gobierno veracruzano en contubernio con la Fiscalía y el poder judicial local, hacen de las suyas. Por lo pronto, nuevamente la justicia jarocha, queda exhibida a nivel nacional, como selectiva e incompetente.
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