Acostumbrada a las preguntas a modo, la “corcholata” Sheinbaum se sintió violentada cuando le hicieron preguntas que un periodista de a de veras debería hacer. El periodista de Tabasco cuestionó a la aspirante presidencial por los espectaculares que aparecen en todas las grandes ciudades del país. Claudia Sheinbaum dijo que eran compañeros de su movimiento los que la apoyaban con esos espectaculares. El periodista preguntó si ella sabía quienes eran esos compañeros que los pagaron.
A lo que ella respondió: “Hay que preguntarle a los compañeros que nos apoyan, pero ya les pedí que bajaran los espectaculares”. Incisivo el periodista le preguntó por qué tuvieron que esperar a que el presidente pidiera que se bajaran esos espectaculares, que si el presidente era quien dirigía la campaña. Entonces la Sheinbaum, incómoda porque no le hacían preguntas a modo reaccionó mostrando su verdadero rostro: “No sé por qué tanta violencia en la entrevista, eh. Está muy violenta la entrevista”.
¿Dónde estuvo la violencia? El entrevistador le dijo: “Son los temas del día”. Pero la Sheinbaum respondió: “Estamos acostumbrados a tener una conversación normal, tranquila, entonces, así empezó, entonces, así le seguimos”. Claro, Claudia Sheinbaum hubiera preferido que la entrevistara Lord Molécula, que le preguntara: “¿Se ha preguntado usted por qué Dios la hizo a usted tan bonita? ¿Podría decirme por qué cuando me mira se me pone la carne de gallina?”. Pobre señora, no puede ocultar lo antipática que es.
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