Por otro lado, la fiaca y modorres que ha manifestado, ante la descarda campaña que han comenzado anticipadamente las “corcholatas “morenistas, ya ha levantado suspicacias en la sociedad.
Ojalá y que la presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE) no eche a la borda el trabajo de tantos años por parte de varios estudiosos y gran parte de la sociedad civil. Que recuerde que el poder más grande que tiene el INE es precisamente su independencia e integridad de sus consejeros, comenzando por ella misma.
