El día de ayer, en una de sus conferencias mañaneras, el presidente López Obrador, haciendo un poco de historia, dijo que en el régimen porfirista «los medios de manipulación e intelectuales eran una estructura de dominación similar al porfiriato… En el porfiriato nunca dejaron de participar, escritores y poetas, prensa, existió un periódico que sostuvo la dictadura porfirista, El Imparcial, con un tiraje de 130 mil ejemplares diarios, (actualmente no hay ningún periódico que tenga ese tiraje) sub pensionado por hacienda», señaló el tabasqueño.
Según el presidente, dijo que ahora estamos en algo parecido, en una guerra sucia, de campañas de mentira, porque la prensa ‘infla noticias’ e introducen al mercado como si fuera un producto chatarra a un político, como es el caso de la señora Xóchitl. Lo que el presidente omite, es que, si hay medios y moneros, que no lo critican, es precisamente porque su gobierno se ha encargado de comprarlos.
Prueba de ello ahí está La Jornada, quien su gobierno le han pagado más de 440 millones de pesos. Además de la cuantiosa bolsa por publicidad oficial, han recibido contratos millonarios del Gobierno de la Ciudad de México y de Alcaldías para su filial “Imprenta de Medios”. De modo que El Imparcial ha reencarnado en La Jornada, un medio que fue muy crítico y leído, pero que ahora sólo sirve para alabar al presidente y para envolver papayas.
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