Sergio González Levet / Héctor Yunes anda los caminos de Veracruz, pero pisa con mucho cuidado. Él no es paleta chupada pero sí tigre viejo en estas lides, por eso tiene suma cautela en nunca presentarse como aspirante a cargos políticos, porque sabe ser respetuoso de las formas y los tiempos que marca la ley electoral.
No como los otros…
Héctor busca condiciones para la convivencia y la armonía social, y por eso se sienta a platicar con representantes de corrientes políticas, con obispos, sacerdotes, pastores y otros ministros de culto.
También ha sostenido conversaciones y reuniones privadas y públicas con jóvenes, profesionistas colegiados, empresarios, comerciantes, amas de casa, gente del campo, colonos, maestros, artesanos, pescadores, otros trabajadores y líderes regionales en el norte, el centro y el sur del estado.
Respetuoso de la libertad de expresión y amigo de los comunicadores, el 7 de junio pasado desayunó con los periodistas de la región de Veracruz-Boca del Río. En ese evento coincidió con el senador panista Julen Rementería del Puerto… y todo fue armonía. Más tarde comió en Xalapa con periodistas, donde volvió a coincidir con Julen Rementería y su compañero priista José Yunes Zorrilla.
Ese hecho fue muy destacado por la prensa estatal. Ahí agradeció a Melitón Morales Domínguez, Director de la revista Análisis Político, por la amplia difusión que le ha dado en espectaculares a algunos temas que empuja la Alianza Generacional.
Pero Yunes Landa es incansable, también se encontró con los Voladores de Papantla en la tierra del dios del trueno, y después se hizo tiempo para platicar con Dante Delgado, con Manuel del Río Virgen y con Sergio Gil Rullán, de Movimiento Ciudadano, “quienes, con ironía visionaria lo invitaron a marchar juntos, en medio del tronido de cuetes, la alegría de la banda de música de viento y el entusiasmo popular”, según cuenta ese extraordinario reportero que es Gustavo Cadena Mathey.
La buena vibra de Héctor ha continuado en encuentros cercanos con otras agrupaciones políticas, como la Concertación Veracruzana de Jorge Uscanga Escobar, y sus hijos Denisse y Esaú.
Y así podría seguir desglosando las visitas y las charlas con veracruzanos del Héctor ubicuo, hasta concluir esta semana con la visita que hizo a la magia pueblerina de la Orizaba de Juan Manuel Diez y a las comunidades indias de Zongolica y Mixtla de Altamirano.
Ahí le agradecieron a Héctor Yunes hasta que con él hayan llegado las primeras lluvias de este verano que nos tenía deshidratados del cuerpo y la mente.
Y así seguirá, “imperactivo”… hasta que lleguen los tiempos de las definiciones.
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