Ciudad de México. Las ficciones hollywoodenses y los cuentos de hadas nos han vendido que consolidar una relación de pareja es el fin último de la vida. Pero en nuestros días parece no ser tan sencillo como conocer a alguien y jurarse amor eterno. Pareciera que poco a poco el mito de que el amor es para siempre se ha ido cayendo, pues con frecuencia escuchamos acerca de divorcios, separaciones y relaciones tóxicas.
Si bien es cierto que los solteros viven menos y tienen mayor riesgo de padecer dolencias cardíacas o enfermedades cognitivas (Elheraldo.co, 2021), estar en una relación conflictiva puede ocasionar daños difíciles de reparar en la integridad de las personas. Todos hemos escuchado hablar de las personas tóxicas y las parejas tóxicas, pero ¿qué significa exactamente este término?, ¿realmente puede afectarnos tanto? En adelante damos respuesta a estas interrogantes:
¿Cómo saber si estoy en una relación tóxica?
El ideal de las parejas es que estar en una nos haga felices —como hacer deportes o jugar en Mister Bet casino—. Esto se resume en que el compañero de vida sea comprensivo y nos acompañe a realizar nuestros proyectos personales. Además, que nos ayude a mejorar otras relaciones de amistad o intrafamiliares y que nos brinde estabilidad emocional. Pero a veces sucede todo lo contrario.
Una relación tóxica se define principalmente porque causa malestar o daño —físico, mental o emocional— a uno o ambos miembros de la pareja (Iepp.es, 2023). Es una interacción poco saludable, que en lugar de proporcionar bienestar genera constantes situaciones de estrés, miedo y dolor emocional.
Todas las parejas, incluso las más comprometidas, tienen conflictos y desacuerdos ocasionales. Pero las relaciones tóxicas están marcadas por la perenne incertidumbre acerca de la solidez del vínculo y los esfuerzos desmesurados, ya sea de una o ambas partes, por mantenerlo. Con este fin se ponen en riesgo otras áreas de la vida e incluso la salud mental. Si este es tu caso, definitivamente estás en una relación destructiva y deberías buscar ayuda profesional.
Señales de que una relación es tóxica
Si eres parte de una pareja y no sabes si están teniendo un mal momento o ya el vínculo se tornó tóxico, a continuación, te dejamos unas cuantas pistas para que logres identificarlo. También te dejarán saber si alguien cercano a ti se encuentra atrapado en una relación destructiva, para que lo animes a dar los pasos correspondientes en pro de su bienestar.
Se busca permanentemente la aprobación del otro
Todas las relaciones tóxicas comparten un componente de codependencia, ya sea emocional o económica. Por lo que la persona siente mucha ansiedad respecto a si sus acciones y comportamientos serán aceptados por la pareja (Psicologiaymente.com, 2022). Se trata por todos los medios de evitar las discusiones, sacrificando gustos personales, creencias y elecciones de vida con la finalidad de complacer al otro.
Se teme a la pareja
Las relaciones tóxicas muchas veces se fundamentan en la evitación de conflictos por temor a las reacciones del otro. Existe miedo a que la pareja se aleje o a ser maltratados emocional o, en los casos más extremos, físicamente. Esto ocasiona que la persona adopte una actitud de sumisión y obediencia absoluta.
Se ve alejado repentinamente de sus seres queridos
Una de las señales más evidentes de que la persona está en una relación problemática es que se la aleja de sus familiares y amigos más cercanos. Esto ocurre porque hay un miembro de la pareja que ejerce el control sobre el otro y quiere evitar por todos los medios que este se relacione con otras personas.
Existen celos desmedidos, manipulación y abusos
Es frecuente que en las relaciones tóxicas haya ataques de celos infundados y manipulación emocional. También son comunes las amenazas con cortar el vínculo o con ejercer acciones violentas. Esto puede llevar a normalizar el abuso, ya sea psicológico o físico.
Consecuencias de este tipo de relaciones
Formar parte de una pareja disfuncional en la que hay frecuentes situaciones de angustia tiene repercusiones negativas sobre la salud mental de las personas. Muchas veces estas dejan secuelas difíciles de revertir, aun cuando la relación se haya terminado. Merman la capacidad de confiar en otros y en sí mismos de cara a relaciones futuras. El estrés prolongado puede causar diversas patologías y condiciones.
Baja autoestima
Ser objeto de desvalorizaciones periódicas por parte de una figura de apego perjudica gravemente la autoimagen y el autoconcepto. Asimismo, el miedo, el rechazo y todos los sentimientos negativos habituales van haciendo mella en lo que el individuo piensa y siente acerca de sí mismo.
Ansiedad y depresión
No es un secreto que quienes están o han estado en relaciones tóxicas tienden a desarrollar trastornos de ansiedad y depresión. Estos surgen como respuesta a los conflictos prolongados.
Trastorno de estrés postraumático
En los casos en los que existen abusos repetidos de una de las partes hacia la otra, la víctima puede desarrollar trastorno de estrés postraumático. Esta es una afección que se caracteriza por experimentar episodios de miedo intenso y estrés aún mucho después de que el peligro o la amenaza se haya desvanecido (Medlineplus.gov, s. f.).
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