Tampoco tuvo éxito al apostarle las canicas por la permanencia de Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, como “encargado de despacho” para que éste le cuidara la silla si resultaba perdedor de la encuesta para el 2024.
Hoy Adán Augusto López Hernández, considerado por muchos como una verdadera “chucha cuerera” de la política, ve llegar con amargura y resignación a una joven mujer con la que tuvo varios roces. Luisa María Alcalde llega sin experiencia, una diputación y una secretaría a modo no lo garantiza, pero eso no importa, ya que cuenta con el halo protector del casi-casi hermano de Adán Augusto López Hernández.
