Claudia Guerrero Martínez / Antes de iniciar esta columna quiero agradecer las muestras de cariño de colegas periodistas, amigos entrañables, de reconocidos abogados y políticos, de personas que no tenía el gusto de conocer y se pusieron a mis órdenes y la valentía de llevar esto, como lo hace mi familia. Gracias por las publicaciones de reconocidos medios de comunicación nacionales y estatales, así como amigos columnistas por solidarizarse con la autora de esta columna y quienes me hicieron entrevistas en sus programas de radio, sin dejar de agradecer a mis casas Notiver y al Club de Periodistas de México AC, por unirse a esta defensoría por la Libertad de Expresión y a mi persona, que me sensibiliza, me empodera y compruebo que en esta profesión soy querida y reconocida. A todos, millones de gracias.
Terrible lo que daremos a conocer en esta entrega, ya que ni los colaboradores cercanos a Cuitláhuac García Jiménez están de acuerdo con las ocurrencias que ordena el gobernador de Veracruz. Y uno de ellos, a quien agradezco habernos alertado, escuchó cuando el que calienta la silla en Palacio de Gobierno dio la instrucción de imputar a esta periodista por el delito que fuese, con el fin de “acalambrar” a la autora de la columna Entre lo utópico y lo verdadero, ya que está hasta la “madre” de nuestras publicaciones.
Lo interesante es que el mismo funcionario estatal, cercano al staff de Cuitláhuac García me advirtió sobre el citatorio en la Fiscalía General del Estado, por haber publicado “datos precisos” sobre una investigación en curso, cuando los periodistas tenemos el derecho de precisar datos concretos sobre temas de interés público.
Lo que pretende hacer este gobierno estatal es preguntarnos de dónde sacamos información presuntamente confidencial, cuando el derecho constitucional es proteger nuestras fuentes y también existe la Libertad de Prensa. No somos funcionarios públicos y tenemos el derecho a la información oficial.
Puntualizo, mi derecho legal es saber de qué se me investiga, omitiendo esto en el citatorio. También se violenta mi derecho de publicar datos concretos, en una investigación abierta. Y el gobierno de Cuitláhuac García asegura que los periodistas obstaculizamos las investigaciones, cuando no reconocen su incapacidad para armar Carpetas de Investigación basadas en hechos reales, históricos y apegados a Derecho.
La censura en este gobierno ha sido un deporte y ha molestado al gobernador que se publique información sustentada, llamándonos “defensores de delincuentes”, cuando organismos como la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Comisión Nacional de Derechos Humanos resuelven que el gobierno de Cuitláhuac García es represor y violentador de los derechos humanos y jurídicos.
No es nuestra culpa que Cuitláhuac García se sienta acorralado y por eso, hace muchas tonterías, imponiendo la censura a los medios de comunicación en Veracruz. Y las carpetas de investigación armadas por la FGE se pulverizan, desintegrándose por su falta de rigor a las leyes, a la Constitución y nula presunción de inocencia, fabricando culpables.
Exigimos respeto a nuestra actividad periodística, no que a cada rato citen a periodistas para que expliquen por qué cuestionamos los datos fantasiosos de investigaciones ministeriales, que se caen cuando pasa por el tamiz federal y los jueces les dan clases de Derecho al Poder Judicial en Veracruz. Invadir competencias por parte de Cuitláhuac García es parte de un enorme expediente que le aplicarán a este gobernador cuando salga de su cargo.
Comentarios