Bernardo Gutiérrez Parra / El domingo anterior, a unos días u horas quizá de que Marko Cortés y los líderes de la Alianza Va por México den a conocer el método de selección de su candidato a la presidencia de la República, tres ex dirigentes del PAN advirtieron que será un suicidio para el blanquiazul si sigue en coalición con el PRI de Alejandro “Alito” Moreno porque no le aporta nada a la Alianza.
Entrevistados por el diario El Universal, Gustavo Madero, Germán Martínez y Damián Zepeda dijeron que si el blanquiazul continúa junto al tricolor estará firmando su sentencia de muerte.
“El PRI está muerto y no se ha dado cuenta, cuando Morena tome posesión del Estado de México quedará reducido a un partido local con sólo dos gubernaturas. Ya murió el partido hegemónico que se apoyaba en sindicatos, en la Presidencia de la República, en gobernadores, en su estructura y en las nóminas”, dijo Gustavo Madero.
Germán Martínez indicó: “Yo sí creo que hay que revisar bien el tema de la alianza con el PRI. Hay que recordar aquello que dice: dime con quién andas y te diré quién eres”. Pero agregó que el PAN “no sólo tiene que verse el ombligo”, ni culpar a los ciudadanos de la derrota en el Estado de México, porque políticamente es una actitud cobarde e irresponsable.
Por su parte Damián Zepeda manifestó “La alianza no debe seguir, debemos corregir el rumbo porque es un fracaso electoral evidente. Necesitamos impulsar un nuevo proyecto que ponga al PAN al servicio de la sociedad”.
Subrayó que el PRI no le aporta nada al blanquiazul puesto que seis de cada 10 personas lo rechazan. “En todas las encuestas se ve un rechazo de 65% hacia el PRI. Y la oposición no puede ganar en el 24 abrazando a un partido con ese nivel tan raquítico”.
Pero a pesar de esas advertencias, lector, la alianza no se disolverá porque no conviene a ninguno de sus líderes, aunque lo impostergable y lo urgente es que los tres se vayan ya.
Alito Moreno porque es un perdedor nato. Cuando llegó a la dirigencia del PRI el partido tenía presencia en la mitad de los 32 estados y en un abrir y cerrar de ojos perdió 15 gubernaturas, algo inaceptable e imperdonable para cualquier dirigente. De aquel mapa político que ya era preocupante por lo escaso, el tricolor se quedó sólo con Coahuila y Durango.
Marko Cortés no canta mal las rancheras en ese sentido, también es otro perdedor. Aunque le ha ido menos peor que a Alito porque el PAN gobierna en Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Querétaro y Yucatán. Y del PRD mejor ni hablar, no tiene ninguna gubernatura, está así de perder su registro y lo dirige un fósil llamado Jesús Zambrano.
Los tres deben irse porque están muy devaluados, porque no han aportado más que sonados fracasos a sus respectivos partidos, porque los partidos que dirigen ya no convencen a nadie y porque no han entendido que es la hora de los ciudadanos.
El método que darán a conocer involucra a los aspirantes priistas, panistas e incluso a algún soñador perredista, pero deja fuera a los candidatos ciudadanos que es lo que están exigiendo la mayoría de los mexicanos.
Marko, Alito y Jesús Zambrano, pertenecen a esa generación de políticos acostumbrados a elegir de manera unilateral a los candidatos, pero esa fórmula ya no funciona y no la acepta una sociedad que quiere ser protagónica.
¿Qué puede aportar como aspirante de la Alianza un cartucho quemado como Santiago Creel que no está para cuidar a sus nietos, sino para que sus nietos lo cuiden a él? ¿Qué puede aportar Claudia Ruiz Massieu? ¿Qué puede aportar el gris y opaco Miguel Ángel Mancera?
¿Con personajes como ese trio piensa sacar la Alianza a su candidato ganador? Por Dios…
Sin duda la aspirante con más posibilidades es la senadora Beatriz Paredes, pero cumplirá 70 años en el 2024.
Es por eso que urge uno o varios aspirantes ciudadanos que aglutinen los anhelos de prosperidad, salud, educación, trabajo, seguridad y paz de 120 millones de mexicanos. Aspirantes sin cola para que se las pisen, hombres y mujeres honestos, con capacidad de raciocinio que promuevan la conciliación y reconciliación. Y con madera de estadistas que los hay por racimos, sólo es cuestión de buscarlos.
Y como ni Alito, ni Marko ni Chucho tienen eso en mente, lo mejor será pedirles que se vayan y sustituirlos por dirigentes menos obtusos, menos maleados y más comprometidos con la sociedad. Porque de lo contrario, el PRI el PAN y el PRD se irán al hoyo y Morena se convertirá en partido hegemónico a partir del 2030, es decir, en escasos siete años.
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