Sobre esta ocurrencia dice Ebrard: «Esta secretaría sería una dependencia de tamaño reducido, no estoy pensando en gastar más dinero, acabamos de hablar de austeridad republicana, se tendrá que pagar con ahorros (…) va a tener rango de secretaría de Estado, para que tenga autoridad legal y moral para garantizar que todas y cada una de las acciones del gobierno estén en sintonía con la misión de la Cuarta Transformación». Ebrard propuso para esta nueva Secretaría a Andrés Manuel López Beltrán.
Es lamentable que, para obtener la candidatura, Marcelo Ebrard, que hasta hace poco se veía como el presidenciable más ecuánime, tenga que recurrir a este tipo de abyecciones. Pero se trata de estar bien con el presidente, de estar bien con el hijo del presidente que mantiene una gran influencia dentro del gabinete. ¡Por ahí no Ebrard, por ahí no!