Eso lo deberá esclarecer Asuntos Internos cuando llame a declarar a los policías que detuvieron a la jueza Angélica Sánchez. Cuentan al interior del Palacio de Gobierno que incluso los mandos de la Marina están extrañados por el comportamiento del capitán Zúñiga y hasta le pidieron que rindiera cuentas de sus acciones. Pero también hay que decirlo, el capitán Zúñiga no se manda solo.
Así como sus policías siguieron las órdenes de él, Zúñiga Bonilla siguió las órdenes de su jefe de facto, el falso afrodescendiente Eric Cisneros Burgos, secretario de Gobierno de Veracruz, que es quien realmente manda en la Fiscalía y en la SSP; Zúñiga Bonilla está a sus pies y le hace caso en todas las locuras y represiones que le pide con tal de atrapar opositores, empresarios, y todo aquel que no le rinda pleitesía al hijo putativo de Yanga. Habría que advertirle al capitán que de seguir haciéndole caso al Bola 8, su carrera de Marino está en juego.