La jueza cumplió la orden y el gobernador, por ese hecho, la calificó de delincuente. Sí, así la llamó. Un gobernador que sacó de la cárcel a Arturo Bermúdez Zurita, acusado de genocidio por los colectivos de madres buscadoras; un gobernador que liberó a otros cómplices de Duarte y que ha mantenido libres a muchos delincuentes que siguen saqueando el estado de Veracruz. Ah, pero que una jueza acate una orden federal, eso la hace delincuente.
Al final la Fiscalía espuria no pudo sostener sus acusaciones falsas, al final la presión de las barras de abogados y de jueces federales obligó a este gobierno a dejar en libertad a la jueza Angélica Sánchez. Jueces y abogados entendieron el mensaje. Hoy es la jueza Angélica Sánchez, mañana podría ser cualquiera de ustedes.