Arturo Reyes Isidoro / Dante Delgado publicó ayer en sus cuentas de las redes sociales: “Advertimos que no estaríamos tocando los violines en un barco que iba a pique y destinado al fracaso. Lo decimos una vez más: no nos vamos a subir al Titanic de Va por México”.
Esa fue su primera reacción luego del descalabro que sufrió la coalición conformada por el PAN, el PRI, el PRD y Nueva Alianza en el Estado de México el domingo pasado.
Dijo que Movimiento Ciudadano (MC) es la segunda fuerza de oposición en el país “y, frente a quienes solo le han fallado a México, la única alternativa de cambio”.
Por otro lado, en declaraciones respondió a un “ultimátum” del dirigente nacional del PAN Marko Cortés para que se una a “Va por México” reiterando que competirán sin alianza en 2024 y que no solo ganarán la Presidencia sino la mayoría en el Congreso.
Comentó que era importante precisar su negativa porque luego de “traspié tras traspié” insisten en el camino equivocado que han seguido ininterrumpidamente durante 23 fracasos, donde la sociedad les ha dicho que no.
Adelantó que en breve armarán todo el andamiaje que les permita tener su candidato presidencial el 5 de diciembre.
No jugó pero salió ganando
Para mí, el exgobernador de Veracruz salió ganando aunque su partido no participó en la elección ya que se bajó a tiempo –eso creo– de la contienda luego de que el 6 de marzo denunció que todo era “una farsa” ya que estaba negociada la entrega de “la joya de la corona” (el Estado de México a Morena) a cambio de la gubernatura en Coahuila.
Señaló entonces: “Es muy sencillo de demostrar el pacto: en Coahuila los partidos del Presidente –el Verde, PT y Morena– van separados para que gane el PRI. Y en el Estado de México vamos a ver a toda la maquinaria priista trabajando en favor de Morena”.
Lo sucedido pareció darle la razón. Al menos en Coahuila, cuando vieron que Morena llevaba perdida la elección obligaron a los dirigentes nacionales del PVEM y del PT a que se retiraran de la contienda y a que hicieran declinar a sus candidatos para que se sumaran al abanderado guinda, aunque se les rebelaron y se negaron a obedecer.
En aquella fecha, Dante agregó que elección tras elección los de la oposición los culpaban de sus derrotas mientras que Morena los señalaban de ser comparsas del PRIAN. “En esta elección no tendrán ningún pretexto para seguirnos culpando. Se va a demostrar que la única alianza es la del PRIMOR”.
En el plano nacional, el PRI solo gobernará en Durango y Coahuila, mientras que MC lo hace en Jalisco y Nuevo León, o sea tienen igual número de gubernaturas, pero no se compara la importancia de los estados naranja con los tricolores y mientras que el Revolucionario Institucional ya casi desaparece Movimiento Ciudadano va en ascenso.
El 5 de diciembre puede cimbrar al país si anuncia la candidatura de Marcelo Ebrard, e incluso de Luis Donaldo Colosio… o de un tapado hasta ahora.
Cómo lucen los presidenciables en este momento, según Monreal
En su artículo de ayer, “La sucesión presidencial”, que publica en El Universal, Ricardo Monreal dio un panorama de cómo lucen en este momento los posicionamientos internos de los aspirantes de Morena:
“Adán Augusto: si la sucesión es entre hermanos, es el más hermano del presidente, porque se apellida igual y nació en el mismo lugar. Lo acompaña desde su primera campaña en Tabasco, y su carácter conciliador es garantía de unidad al interior y al exterior del movimiento.
Claudia: además del ‘cambio generacional’, representa un cambio de género, en una época en que el empoderamiento de las mujeres es un fenómeno social universal. Este doble mensaje de cambio (generacional y de género) le da un toque de arranque muy fuerte a su aspiración.
Marcelo: es el más experimentado en el servicio público. Demostró lealtad y disciplina en 2012, al dejar pasar y reconocer la segunda candidatura presidencial de AMLO. Sumaría a Morena segmentos sociales, económicos y políticos que por ahora no están con la 4T, dentro y fuera del país.
Ricardo: sin que suene a halago en boca propia, me considero el de mayor experiencia legislativa y de gobierno, formado en la concepción de que la política es para sumar y multiplicar, mediante la reconciliación de los extremos, y que la resta y la división son sólo coyunturales”.
“Alito”, Marko y Zambrano, como el borracho de “no¢mas no me agarren”
El impresentable del “Alito” Moreno (PRI), el inaceptable del Marko Cortés (PAN) y el infumable del “Chucho” Zambrano (PRD) (de los tres no se hace uno), los supuestos líderes de “Va por México”, me recordaron ayer el chiste del borracho que, bravucón, le da por pelear y muy sácalepunta intenta tirar un golpe, pide que “no¢mas no me agarren” ¡aunque se está cayendo de ebrio!
Pues resulta que estas lacras políticas se proclamaron salvadores del país (iban con los ojos tumefactos, los labios partidos, la nariz sangrante y cortadas en toda la cara luego de la paliza que recibieron el domingo), firmaron una alianza electoral, anunciaron que el 26 de junio definirán el método para elegir a su candidato a la presidencia, garantizaron que tienen sus propios perfiles para ganar la contienda presidencial y lanzaron una advertencia-
bravuconada: “Lo decimos con claridad: ninguna de las ‘corcholatas’ (de Morena) será candidato de la coalición Va por México. Tenemos con qué y tenemos con quiénes”.
Lo que debieron hacer fue presentar su renuncia de inmediato a la presidencia de sus partidos luego de la humillante derrota, pero no tienen vergüenza y su ambición no tiene límites, como el “Alito”, a quien exhibieron pruebas de sus raterías como gobernador de Campeche, se vendió con López Obrador para que no lo desaforaran y no lo metieran a la cárcel, se aferra a la dirigencia del PRI no obstante que ya concluyó su periodo estatutario y todavía pretende ser el candidato.
Con este tipo de “dirigentes” la oposición no necesita candidatos contrarios competitivos y fuertes para perder. Se caen solitos, como el borracho.
AMLO cenó anoche con “corcholatas”, gobernadores y Delfina
Al cerrar anoche esta columna, el presidente Andrés Manuel López Obrador cenaba en un restaurante del centro histórico de la Ciudad de México con los aspirantes a la presidencia Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, los gobernadores de Morena y la candidata ganadora de la elección del domingo Delfina Gómez.
Por la mañana, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, le pidió a Marcelo que pospusiera un día el anuncio de su propuesta para elegir al candidato de su partido a la Presidencia. No se sabe si la petición tuvo que ver con la cena y para alguna recomendación.
El todavía canciller ha dicho que considera necesario que el candidato se elija por medio de una encuesta con una sola pregunta (“¿Quién quieres que sea el candidato?”) y que los aspirantes hayan renunciado a sus respectivos cargos.
Empiezan pronunciamientos a favor de Manuel
Mientras, en el plano local el exalcalde de Minatitlán Nicolás Reyes Álvarez salió a pronunciarse a favor de Manuel Huerta para que sea el candidato de Morena a la gubernatura.
Según el exedil, tiene las características necesarias para ser un gran gobernante, dijo estar seguro que encabezará el resultado de las encuestas, que al lado de AMLO tiene trayectoria de lucha enfrentando al viejo régimen y que ha sido incansable su lucha en beneficio de la población desprotegida.
El delegado de los programas sociales de Bienestar es de los que no da por hecho que Rocío Nahle ya tiene segura la candidatura de su partido y ha intensificado su trabajo que lo pone en contacto directo con los electores veracruzanos, de cara a la encuesta definitoria.
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