El Partido Revolucionario Institucional (PRI) no sólo se juega la gubernatura en el Estado de México este domingo 4 de junio, también está en juego su sobrevivencia política. Si Delfina Gómez, una candidata grisácea y anodina se alza con la victoria, estará poniendo el último clavo al ataúd tricolor.
El otrora poderoso partido que gobernó más de 70 años pasará a ser “chiquillada” y, su influencia sólo estará en Durango y Coahuila, si bien le va, sólo podrá tener entre siete y ocho senadores por elección directa en el próximo Senado de la república y hasta cinco por mayoría relativa, nada muy distinto a los 13 actuales.
Por el contrario, si Alejandra del Moral se alza con la victoria y derrota a una candidata, que cuenta con todo el apoyo del Estado, podrá poner las condiciones en la alianza opositora para la elección del 2024. De modo que el PRI se juega su última carta este domingo 4 de julio.
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