Aurelio Contreras Moreno / El régimen de la autoproclamada “cuarta transformación” ha pretendido arrogarse la representación del “feminismo” y de la defensa de los derechos de las mujeres porque, según, es un gobierno de “izquierda”.
Sin embargo, en los hechos solo se trata de un gobierno neopopulista emergido de un amasijo sin mayor ideología que la obediencia ciega a un líder carismático que, en realidad, es un conservador de cepa, como Andrés Manuel López Obrador.
Y como tal, los derechos de las infancias, de las mujeres y en general de los grupos vulnerables le tienen sin mayor cuidado. En sus épocas de opositor solo los usó como bandera, pero en la actualidad le estorban y detesta a grado máximo que le hagan reclamos por ello.
Lo único que en realidad le importa a este gobierno, a este presidente y a sus “achichincles” –porque así los trata- legisladores, gobernadores, alcaldes y funcionarios de todos los órdenes es mantenerse en el poder al costo que sea. Y eso incluye la salud y el bienestar de esos grupos vulnerables y en general de la población del país.
Este jueves, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Suplemento del Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad 2023, a cargo de la Secretaría de Economía, en el cual se cancelan las Normas Oficiales para atención de cáncer de mama y cérvico uterino, así como el fomento a la lactancia materna, entre varios otros temas.
La “justificación” que se arguye para cancelar estas normas, que son las reglas de operación bajo las cuales se llevan a cabo los programas para atender éstos y otros temas, es de antología: “alinear las Normas Oficiales Mexicanas y Estándares a las prioridades y objetivos fundamentales de esta administración, así como aquellas que podrían tener incidencia en los rubros de nuevas inversiones, competitividad y competencia”.
En realidad, la explicación es más sencilla: el gobierno del “humanismo mexicano” –así se automotejó- no quiere invertir en estos rubros, pues ya no sabe de dónde sacar dinero para mantener sus programas sociales clientelares ni el barril sin fondo de sus obras faraónicas en el sureste del país. Literalmente, están buscando sangrar a las piedras.
Lo monstruoso es que en ese afán por comprar consciencias y voluntades a cambio de migajas, estén dispuestos a dejar a su suerte a la población y comprometer su salud y su vida. El cáncer de mama es la primera causa de muerte de mujeres en México. Cancelar una norma que guiaba la actuación del sector salud en su diagnóstico y tratamiento es un acto criminal. Propio de un gobierno como el actual, que se comportó de manera similar durante la pandemia, con el costo de alrededor de un millón de muertes en México por ese motivo.
Así como han destruido instituciones, fideicomisos, programas e iniciativas que sí funcionaban y que permitieron que el país avanzara aunque fuese un poco los últimos 25 años, la “4t” demuestra una vez más que la salud de las mujeres no es, en absoluto, su prioridad.
Así de “feministas” son.
La ignorante misoginia de Cuitláhuac
Hablando de enemigos de las mujeres, el gobernador Cuitláhuac García no ha parado esta semana de violentar a aquellas que no están a su servicio y de mostrar su franco desprecio por su bienestar.
Ahora salió con que es “innecesario” que haya una titular en el Instituto Veracruzano de las Mujeres –que lleva cuatro años acéfalo, sin directora-, porque según él la encargada de la oficina, Rocío Villafuerte –una morenista que no dice ni pío ante las constantes agresiones a mujeres por parte de los funcionarios de este gobierno- trabaja “como si fuera la titular”.
Ojalá Veracruz tuviera un gobernador que al menos intentara trabajar “como si lo fuera”.
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