*Flavino-Claudia serían un relevo positivo en el PRI Estatal
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / VAYA QUE la “graciosada” del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y del Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos de pasear un ataúd frente a las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como amenazando de muerte a la ministra Presidenta Norma Lucía Piña Hernández y al resto de los ministros que echaron abajo el Plan B, y le revocaron al Ejército el control de la Guardia Nacional, podría salir muy caro al par de…funcionarios, pues la condena ha sido unánime no solo de actores políticos y empresariales mexicanos sino de organismos defensores de los derechos humanos en el mundo que no los bajan de agresores de las mujeres en razón de género, algo que está penado por las leyes mexicanas, más aun cuando quienes cometen esos ilícitos son servidores públicos. Por lo pronto, la Senadora panista, Indira Rosales San Román ya agregó a la larga lista de denuncias, tres más en contra del mandatario Estatal ante la Fiscalía General de la República y la Especializada en Combate a la Corrupción y para la Atención de los Delitos Electorales. La senadora advierte que no permitirá que se violente la división de poderes, se agreda a las mujeres y a los periodistas, y se usen los recursos públicos de los veracruzanos en campañas de MoReNa. En sí, se trata de 3 denuncias y una queja en contra de García Jiménez por los hechos registrados el pasado sábado en la Ciudad de México. Y es que no se deben ocupar los recursos públicos de los veracruzanos en campañas políticas y en el acarreo de cientos de funcionarios públicos, sin que haya un castigo, todo solapado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador que lejos de imponer un orden sigue enalteciendo los desaciertos del titular del Ejecutivo del Estado, poniéndolo de ejemplo, cuando su actitud fue realmente digna de bandas delincuenciales, como ocurría con las mafias de Chicago que enviaban a féretros a los grupos criminales contrarias a los que pretendían ejecutar.
EN SUMA, lo que hizo Cuitláhuac y su pandilla fue una incitación a la violencia en contra de ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) llevando ataúdes con sus fotos, esto es, con dedicatoria especial, para posteriormente comportarse como si nada hubiese pasado, además de que sus huestes agredieron a periodistas que solo cumplían su labor. Por ello la primer denuncia fue presentada ante la FGR por la concurrencia de diversos delitos, como la violencia en razón de género, amenazas y uso de recursos públicos. La segunda ante la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción por el uso de recursos públicos para trasladar a empleados de confianza, la mayoría contra su voluntad, como lo hicieron saber, para protestar en la ciudad de México, y la tercera ante la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), por la comisión de delitos electorales por promoción a favor de la candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo, y de Delfina Gómez en el Estado de México, donde pintaron bardas, repartieron propaganda y realizaron labores de proselitismo. Hay tambien una queja presentada ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por actos de violencia contra los ministros, que atentan contra su dignidad e incitan a la discriminación y odio, sobre todo contra la ministra Norma Lucia Piña Hernández, contra quien lanzaron amenazas de muerte ya que usaron ataúdes con su foto, simulando un sepelio, algo que no se debe tolerar, y menos cuando viene de quienes ejercen gobierno.
EL ASUNTO no es menor, y que si la Fiscalía General de la República y las fiscalías que de esta dependencia actúan con imparcialidad y congruencia, García Jiménez y su patiño Patrocinio Cisneros tendrán que ser llamados a cuentas, porque los eventos que encabezaron, además de deleznables, son cobardes, pues no solo acudieron acompañados de acarreados a proferir improperios, sino que lo hicieron contra una mujer cuyo único delito ha sido velar por la Constitución General de la República y las leyes que de ella emanan, cumpliendo cabalmente con la responsabilidad que le dispensa la Carta Magna. Asi de simple.
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EN EL PRI Estatal los propios priistas pugnan porque el, todavía dirigente –que no líder- de ese partido, Marlon Ramírez Marín abandone la Presidencia del Comité Directivo Estatal, tras cumplir con su periodo estatutario, aunque el porteño le apuesta a la misma estrategia de Alejandro Moreno Cárdenas que permanecerá en el cargo hasta después de las elecciones del 2024, luego de que en sesión extraordinaria a principios de este mes los consejeros políticos le dieron el respaldo, aunque en Veracruz el tema es diferente tras las “chamacadas” de Ramírez Marín al frente de ese instituto que lo condujo a la inoperancia, la contratación de solo “reinis” y princesitas para halagarle el ojo, dejando a un lado a la base priista que se ha ido alejando irremediablemente hacia MoReNa. En Veracruz el PRI está devastado, y necesita de liderazgos experimentados que devuelvan confianza a la sociedad o por lo menos a quienes aún siguen creyendo en ese instituto, y acaso personajes como Flavino Ríos Alvarado en la Presidencia de ese partido harían la diferencia, llevando como Secretaria General a una mujer entregada y de convicciones tricolores como la, tambien, sureña, Claudia Ramón Perea por solo citar algunos casos, pero es urgente actuar en consecuencia antes de que ese partido pierda, incluso, su registro.
RIOS ALVARADO es un político de peso completo, conciliador, congruente, cuya única mancha fue dizque prestar un helicóptero al ex gobernador Javier Duarte de Ochoa para que viajara a Coatzacoalcos tras su dimisión, aunque habría que analizar que cuando lo hizo, el ex mandatario, ahora en el Reclusorio Norte seguía siendo gobernador con licencia, pero al fin Gobernador ya que esos cargos son irrenunciables. Ríos Alvarado, por otra parte, no fue quien autorizó ni la libélula no el permiso, sino la base de aviación que seguía obedeciendo ciegamente a Duarte, pero fuera de eso, el oriundo de Minatitlán ha dado muestras de sensatez en los quehaceres que le han encomendado, y a decir verdad, mantiene un fuerte liderazgo en el sur de la Entidad lo mismo en que en el norte y centro, pues como subsecretario y Secretario de Gobierno con Miguel Alemán Velasco dio muestran de ser conciliador y de mantener siempre las puertas y el teléfono abierto a los gobernados, lo que le ha ganado respeto y estimación entre políticos de todas las corrientes. Claudia Ramón Perea por su parte, ha ocupado diversas carteras en el PRI Estatal, iniciando desde abajo con las líderes de colonias, y sigue teniendo contacto con esa base. Conoce a fondo la estructura de su partido y los límites y alcances, además es fiel a la causa. En lo académico, Ramón Perea está por titularse en su maestría en derecho, además de haber logrado múltiples diplomados en el país y otros en extranjero, aparte de ser abogada litigante. Ojalá se dé el esperado cambio y se tome en cuenta a perfiles como los descritos por el bien del PRI. OPINA [email protected]
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