Armando Ortiz / Sólo fue a exhibir su estulticia y con él arrastró a un grupo de empleados que pisotearon su dignidad por dejarse llevar por las ocurrencias de un estulto. ¿Qué gana Cuitláhuac García al ir a las oficinas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a mostrarse como un porro? Lo mismo que Alejandro Armenta al acusar amenazas de parte de la ministra Norma Piña, lo mismo que Layda Sansores a quien le falta saliva para lamer las suelas de su mesiánico presidente. Lo único que ganan es la atención del presidente. Cuitláhuac García ganó eso, una palmadita en la testa, como la que le da el dueño a su perro que sale a ladrar a las personas que se acercan al portón de su casa. Ganó además una nota en los medios que reportaron su “hazaña”. Pero sólo eso, porque si cree que con la exhibición que realizó en la Ciudad de México, apoyando a esa horda misógina y descerebrada, gana algo más, está equivocado. Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no van a ceder a los caprichos de un presidente tirano que sabe que no tiene manera de evitar que se reviertan muchos de los cambios constitucionales que ha propuesto. Por ello, Cuitláhuac García sólo fue a hacer el ridículo, sólo fue a dar fe de lo que ha sido en todo el tiempo que lleva de gobernador, un gobernador estulto.
Y hay quien defiende las barbaridades de los morenistas en la Suprema Corte. Sabina Berman una de las más abyectas
Pobre mujer, negada para salir adelante por su propio talento, Sabina Berman prefirió el camino más corto, más fácil, inclinarse ante un presidente tirano en lugar de pelearse con Salinas Pliego. Ya en el trance de los halagos al presidente, la señora se convirtió en una intelectual aviesa, que distorsiona la realidad para acomodar a su mesías en ella. No se espera que alguien, que presumiera un poco de inteligencia, justificara las barbaridades que los morenistas y paleros de Veracruz fueran a cometer en la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Las hordas de morenistas desearon la muerte de la ministra Norma Piña y hasta llevaron un ataúd donde deseaban enterarla. Ante esta situación Sabina Berman, en respuesta a Ciro Murayama, quien reclamó a los morenistas el vergonzoso espectáculo, anotó: “¿Qué defiende @CiroMurayamaMx? ¿Las buenas costumbres? ¿La civilidad? Deténgase a pensar que las instituciones no sirven a las mayorías como debieran. Si desde adentro propusieran reformarse para servirlas, no estaríamos en esta crispación”. Chumel Torres comentó sobre la respuesta de Sabina Berman: “¿En serio Sabina Berman está defendiendo la apología del asesinato de una mujer? Wow. Cómo cambian los valores cuando son las mulas de mi compadre”. Sabina Berman, una mujer que está de acuerdo en que un grupo de descerebrados acuda a sus oficinas a desear la muerte a otra mujer. En serio, el carácter abyecto de la Berman hace que se le olvide el significado de la sororidad.
Javier Duarte ya no podrá recuperar su “Rancho las Mesas”. La FGR se la quitó para darla al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado
El “Rancho las Mesas” lo puso Javier Duarte a nombre de su prestanombres favorito, Moisés Mansur Cisneros. A nombre de Mansur, el exgobernador de Veracruz puso departamentos y edificios completos ubicados en la Ciudad de México. La Fiscalía General de la República informó que “El Rancho Las Mesas”, ubicado en Valle de Bravo, Estado de México ya no es propiedad de Moisés Mansur, es decir, ya no es propiedad de Javier Duarte vía Moisés Mansur. Por cierto, sigue activa la orden de aprehensión contra Mansur, esto por delitos de asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita, cometidos en Veracruz. Esta propiedad con una superficie de más de 90 hectáreas, la cual tiene caballerizas y una casa enorme y confortable, donde Karime Macías iba a practicar equitación con sus hijos, pasará a manos del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. Seguramente en unos días este inmueble será subastado, claro, a menos que al presidente se le ocurra que en esa propiedad se podría hospedar su hijo José Ramón López Beltrán; con eso de que el junior anda buscando casa donde vivir. Ya hasta la asistente de Carmen Lira, directora de La Jornada, le prestó su casa a este sujeto, que todo mundo se sigue preguntando, en qué trabaja si se la pasa viajando.
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