Armando Ortiz / Una de las frases favoritas de López Obrador es “Calumnia, que algo queda”. Quizá es una de sus frases favoritas, porque difamar es uno de sus deportes favoritos. En una de sus conferencias mañaneras el presidente de México aseguró que la ministra Norma Piña contrató a Sonia Vargas Terrero, quien fuera directora de Recursos Materiales de la extinta Policía Federal en tiempos de Genaro García Luna.
López Obrador lo aseguró, así como asegura muchas cosas sin ser ciertas. De inmediato sus hordas de chairos se fueron en contra de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ahora se sabe que quien designó a Sonia Vargas Terrero en el puesto que ocupa, fue el Consejo de la Judicatura Federal. La ministra Norma Piña no tuvo nada que ver con esa contratación. Pero lo que no dice López Obrador, es que antes de trabajar en la SCJN, Sonia Vargas Terrero estuvo trabajando en su gobierno.
Reporta el periódico El Universal: “Entre 2008 y 2010, Sonia Vargas Terreros se desempeñó como directora de Gestión de Pagos y Operación Financiera en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y después fue directora de Gestión de Partes Aéreas en la Fiscalía General de la República (FGR), encabezada por Alejandro Gertz Manero”.
López Obrador es el presidente y puede hacer lo que le venga en gana. Corte echa abajo su decretazo, él publica otro igual de inmediato
López Obrador da muestras de ser un tirano pueril y obcecado. Pero en fin tirano, el cree que puede hacer lo que le venga en gana, por eso votaron por él más de 30 millones de mexicanos. Una vez que la Suprema Corte de Justicia de la Nación echara abajo el “decretazo” de López Obrador, que pretendía ocultar información sobre obras que él considera de “seguridad nacional”, como lo son el Tren Maya, Tren Interoceánico y las obras del Aeropuertos de Palenque, Chetumal y de Tulum, Quintana Roo.
Una vez echado abajo, el obstinado presidente emitió otro decreto en los mismos términos, como diciendo que quien tiene “el chirrión por el palito” es él. Lo más lógico es que, habiendo un precedente inmediato, la SCJN eche abajo este nuevo decreto; lo que podría ocasionar que, al día siguiente, y de manera pueril, López Obrador emita otro decretazo y así, hasta el final de su sexenio.
López Obrador ha dicho el decreto es para que los conservadores de la oposición no saboteen esos proyectos. Pero la realidad es que el señor lo que quiere es ocultar la información de los contratistas y proveedores, no se vayan a dar cuenta de que todo quedó en manos de los amigos de sus hijos.
Noroña, el chillón. Se queja porque el presidente López Obrador no lo quiere; pero si va a los pueblos y le lanzan tomates. ¿Quién lo va a querer?
Acudía Gerardo Fernández Noroña a apoyar a los candidatos del Partido del Trabajo en las elecciones de algunos estados y no faltaba gente que acudiera para lanzarle tomates. ¿Cómo un tipo que en la oposición ganó tanto prestigio por enfrentar a los corruptos, generó tanta aversión? Simple, el señor se volvió no sólo corrupto, sino incongruente. Le llegó el reparto del pastel con el triunfo de López Obrador y con ello los viajes a Las Vegas y los tours a Europa.
¿Y la austeridad que tanto pregonaba? Por ello, porque el apellido Noroña se convirtió en emblema de incongruencia, es que mucha gente detesta a ese rijoso diputado. Hasta el presidente López Obrador mantiene al margen a Noroña, por eso lo excluye de los presidenciales y no le da alas, para que volando no pique.
Ante esa exclusión, Gerardo Fernández Noroña, desde el Congreso federal, se puso a chillar, pues no entiende como él, que ha sido quien más le ha lamido las suelas al presidente, es excluido de los presidenciales: “No, eso no es correcto compañero presidente eso no es correcto con cariño con yo le tengo cariño, admiración y respeto y no tiene por qué ser recíproco no pido lo mismo solo pido respeto no es mucho lo que estoy exigiendo”. Molesto Noroña dijo: “Ahora sí que se quejaba del INE y excluye un participante, pues está peor que el INE”.
Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
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