Ahora bien, a Norma Piña la han insultado y tratado de sobajar desde hordas morenistas hasta diputados, líderes de Morena y el mismo presidente. ¿Les ha dirigido algún mensaje de reproche la ministra Piña a sus agresores? ¿Maldijo a los que quemaron su imagen en una manifestación morenista? ¿Mandó a detener al que le dijo que “levantara las nalgas” del asiento de la presidencia de la SCJN? ¿Le ha hecho algún reproche, uno pequeño, o siquiera una alusión al presidente López Obrador, quien la ha llamado corrupta y aliada de los conservadores?
No senador Armenta, no ha respondido a las agresiones de nadie. Ella ha mantenido un silencio digno, el silencio de una persona que está consciente de su investidura. Vaya, es tan inverosímil lo de los mensajes y amenazas que el mismo Ricardo Monreal, quien lo puso en esa presidencia del Senado, lo considera imposible. ¡Ya mejor siéntese señora!