La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que preside María Rosario Piedra Ibarra que, de ser una institución reconocida internacionalmente por defender los derechos ciudadanos, se ha convertido en una oficialía de partes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Por tal razón, intelectuales, periodistas y gran parte de la sociedad civil deben asumir el compromiso de defender la autonomía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y es que, sobre aviso no hay engaño, y el Ejecutivo federal ya empeñó su palabra de hacer una Reforma al poder Judicial. Desde luego que él quisiera que los ministros fueran como la plagiaria Yasmín Esquivel y la incondicional Loretta Ortiz.