Pero el pleito real es que la ministra Norma Piña fue elegida como presidenta de la SCJN para servir a los mexicanos, no para servir al presidente. La campaña que desde el Poder Ejecutivo se está lanzando en contra del Poder Judicial sólo deja de manifiesto la indecencia de este gobierno, la hipocresía de un presidente que se sigue creyendo honesto, incorruptible y decente.
Pero ha quedado demostrado que López Obrador es tan corrupto como los que le antecedieron; su vileza es tal que justifica las agresiones en contra de una mujer, la ministra Norma Piña. El Poder Judicial no va a ceder al acoso del presidente ni de sus huestes, no va a ceder porque los mexicanos y la razón están de su parte.