Está desatado, como fiera herida por que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no aprueban sus caprichos, los echan abajo. La Suprema Corte echó abajo el paso de la Guardia Nacional bajo la tutela administrativa del Ejército. Pero también echó abajo la primera parte del Plan B. López Obrador sabe que la SCJN es una barrera contra la que no ha podido, pues mientras haga mal las cosas y pretende imponer su ley, siempre tendrá a los ministros para corregirlos. Es por ello que el afán del presidente de México es denigrar lo más que se pueda a la institución judicial.
La tarde del martes se informó que la Asociación Internacional de Mujeres Juezas decidió otorgar el premio Derechos Humanos 2023 a la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández. Por supuesto, ha trascendido el acoso y las agresiones de la que la ministra ha sido objeto y que de manera estoica ha soportado.
Pues el “presidentito” de México muestra una más de sus virtudes. En su conferencia mañanera, cuando le preguntaron sobre ese reconocimiento, López Obrador se atrevió a decir: «Esos premios se pueden conseguir en la plaza de Santo Domingo». Como vemos, el pobre “presidentito” sigue sangrando por la herida.
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