Sí, sólo tuvo que pasar un día para que el zacatecano reculara y se pusiera como fiel alfil del presidente López Obrador. «El Poder Legislativo tiene facultades de control parlamentario sobre los ministros de la Corte, lo que sucede es que no las hemos ejercido», expuso en tribuna durante el debate denominado El golpismo de la SCJN.
Ni hablar, a Ricardo Monreal le pasó como a Esaú quien, por hambriento, cambió su primogenitura por un simple plato de lentejas. Monreal cambió su buen nombre ante los mexicanos seguramente por un hueso que lo seguirá manteniendo en la palestra de la política mexicana. ¡Lástima Margarito!