Como padre herido en su honor, porque le han mancillado la pureza a su hija, sale el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, convocando a una protesta en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), luego de que sus ministros invalidaron la primera parte del Plan B de la reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador. Lo cierto es que, 9 ministros se fajaron los pantalones y no se dejaron amedrentar por las presiones de la Presidencia de la República y mandaron al bote de la basura la primera parte del Plan B de la reforma electoral y, a cómo van las cosas, correrá la misma suerte la segunda parte.
Por cierto, el neófito e imberbe gobernador de Veracruz, impulsado por sus ansias de quedar bien con su mecenas tabasqueño, en sus redes sociales acusa a los nueve integrantes de la Corte que votaron a favor del proyecto que proponía la invalidez del Plan B de «actuar como legisladores y no aplicar la ley existente, sino la que les conviene».
Ni hablar, como reza el dicho «palo dado ni Dios lo quita», y este golpe ha pegado duro en la 4T.
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