En el lugar de la detención, la fiscalía decomiso mangueras, bombas, instalaciones de lavado de botellas y tapas nuevas. Asimismo, hallaron 780 botellas llenas y casi 20.000 botellas vacías listas para ser rellenadas. Se piensa que por toda la Coca-Cola que vendían estos sujetos se ganaban más de doce mil pesos al día.
Tras este suceso la gente en las redes sociales se preguntó cómo se puede diferenciar entre el sabor de una coquita falsa a una verdadera. En primera sería el sabor, después vendría la fecha de elaboración y hora, etiquetas, color, consistencia, sabor, gas, tapa y la corcholata. Pero, ¿quién revisa todo eso cuando tiene sed?