La amiga espantada le pregunta por qué. La invitada le contesta: «La invitación dice ‘NO NIÑOS’ y donde mis hijos no son bienvenidos, pues yo tampoco». Las reacciones a esta contestación son variadas, están aquellos que le piden a la invitada que no haga drama, pues no es que los niños no sean bienvenidos, simplemente quieren una boda sin niños, ya habrá ocasión para hacer una fiesta para ellos.
Otros se ponen de parte de la invitada, pues muchas parejas no tienen con quien dejar a los niños, o sencillamente gustan de disfrutar los momentos felices con sus hijos. Pero como quiera que sea, si te invitan a una fiesta y hay reglas, uno decide si asiste y cumple las reglas, o no asiste por no estar de acuerdo con esas reglas.