La mujer dijo que la espantosa sorpresa la descubrieron sus mascotas, pues comenzaron a olfatear en las paredes. Cuando Amber indagó en el lugar donde los perros ladraban y olfateaban descubrió que había serpientes: “Me acerqué para ver lo que estaba mirando, pensé que era como una araña o algo así, y había dos pequeños agujeros y vi serpientes deslizándose por la pared. Entonces, entré en pánico”, contó.
Inmediatamente Amber Hall se comunicó con la agencia que le había ayudado a conseguir la casa. Sin embargo, los encargados únicamente dijeron que nunca les había ocurrido una situación similar. Por lo mismo, y al ver que ya no podía deshacer el contrato, buscó la manera de sacar a las serpientes de la vivienda. Amber relató que hasta el día de hoy aún no consigue estar tranquila en su casa: “Es como si te metieras en la cama, y si la sábana te roza el pie o algo así, inmediatamente arrancas las sábanas o saltas de la cama para asegurarte de que no haya nada allí. Tengo 42 años, y esta es mi primera casa. He trabajado toda mi vida por ella, y no puedo disfrutarla. Me muero de miedo”.