Arturo Reyes Isidoro / La política no solo es oficio o quehacer de los varones. También, hoy como nunca antes, de las mujeres.
Si bien no es veracruzana de nacimiento, aunque sí residente en Coatzacoalcos, Norma Rocío Nahle García (59 años) aspira a la gubernatura.
Ya fue diputada federal y es senadora con licencia. Aspira, aunque nunca ha estado en contacto directo, personal, con el grueso de la población a la que quiere gobernar. No conoce Veracruz, el territorio estatal, y no sabría para dónde agarrar si la dejaran sola en algún punto del estado, la Huasteca o las sierras de Huayacocotla, Chicontepec o Zongolica, por ejemplo, como conocían el estado Dante Delgado y Fidel Herrera, para mencionar a dos grandes verdaderos veracruzanólogos.
Los veracruzanos la conocen, pero solo por las referencias mediáticas tanto por el cargo que ocupa (secretaria de Energía) como por su pretensión de ser la candidata de Morena a la gubernatura.
Si llegara a ser la candidata sería solo por un capricho del presidente, porque no tiene otro mérito que le conozcan los veracruzanos, ni siquiera haber intentado que bajen las tarifas eléctricas en el estado como lo hizo López Obrador con Tabasco, no obstante ser la cabeza del sector energético del país. El único que abanderó esa causa siendo senador en funciones fue el hoy alcalde de Xalapa Ricardo Ahued.
Ahora, en este momento, lo que seguramente quisiera la señora es poder comer a sus horas, conciliar el sueño por las noches y ver que por fin salga el primer litro de gasolina de la refinería de Dos Bocas, que hizo que su protector inaugurara hace ya 10 meses sin estar terminada y a un sobrecosto que ya rebasa el doble de lo proyectado originalmente.
Son muchas las que quieren y pueden ser
Pero en Morena hay toda una gama de veracruzanas de nacimiento que aspiran a ocupar cargos de elección popular que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez o el delegado de los programas de Bienestar, Manuel Huerta, van a tratar de colocar.
Fuera de la formalidad de la dirigencia estatal, que en realidad maneja el gobernador, él y el funcionario federal son los dos grandes factores de decisión que van a jugar un papel determinante en las listas finales que se acuerden con las candidatas o los candidatos a la presidencia y la gubernatura.
En el antiguo esquema priista era una regla no escrita que la candidatura presidencial, la de gobernador, la de senadores y la de diputados federales se decidía en la Ciudad de México; la de diputados locales y presidentes municipales, en el estado. No creo que vaya a variar mucho.
¿Por qué pongo como factor de decisión a Manuel Huerta? Porque, que se sepa y seguramente sin que él lo acepte y menos lo presuma, fue el responsable del resultado de las diputaciones federales en 2021 que, salvo por una, la de Coatepec, casi entregó carro completo. El presidente, su amigo, le ha de hacer el mismo encargo para 2024. Su reto es mayúsculo, pero ya lo comentaré aparte.
Decía que hay varias mujeres morenistas que quieren, pero sobre todo quieren la candidatura al Senado. ¿Nombres? Que se sepa, el gobernador pretende impulsar a su presunta media hermana Dorheny García Cayetano, actualmente titular del Trabajo, y el delegado de Bienestar llevaría para la posición a la actual diputada federal y exsíndica de Xalapa Ivonne Cisneros.
Pero no son las únicas: en el palacio de gobierno tendrían también como reserva a la jefa de la Oficina de Programa de Gobierno, Waltraud Martínez Olvera, y del grupo de Manuel Huerta estaría la otra diputada federal de su grupo, Claudia Tello Espinosa.
Ariadna Selene, Delia, Mónica, Daniela
La lista de aspirantes y suspirantes al Senado no acaba ahí. En la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) corre la versión de que desde principios de año el gobernador instruyó a la Oficial Mayor, Ariadna Selene Aguilar Amaya, que se empezara a movilizar por todo el estado, lo que ha estado haciendo desde hace ya muchas semanas.
Si bien se dice que no ha estado vinculada con actividades partidistas de Morena, tiene como mérito su trabajo efectivo, aunque discreto y callado, pero también que es amiga personal del gobernador porque trabajaron juntos en una escuela antes de que él llegara al cargo y lo acompañó en toda su campaña. Su actual cargo se lo debe directamente a él.
También se comenta que podría ser la próxima secretaria de Educación si el actual titular, Zenyazen Escobar García se moviera a una candidatura (igual se apunta al subsecretario Jorge Miguel Uscanga Villalba en caso de que se diera un relevo).
Hay otra mujer valiosa, con una gran experiencia partidista y un mundo de relaciones en la Ciudad de México, que poco se sabe: la maestra Delia González Cobos, actual titular del Orfis, originaria de Lerdo de Tejada, fundadora de Morena en la capital del país, quien durante varios años fue la representante del CEN de su partido ante el INE para la rendición de cuentas, función en la que tenía que ver con prácticamente todos los actores políticos guindas en la gran urbe.
Aunque hubo un momento en que del CEN le pidieron que se sacrificara y se regresara al estado porque necesitaban un representante ante los órganos electorales, lo que hizo y fue cuando conoció al hoy gobernador, que entonces era candidato a diputado. También en su caso, su actual cargo se lo debe a él.
Otra mujer, que resultó una verdadera sorpresa por su trabajo al grado que tiene todo el control de Morena en el puerto de Veracruz es la actual diputada federal Rosa María Hernández Espejo, a quien identifican como de la cuadra de Manuel Huerta. Se sabe que se va a inscribir para participar en la encuesta para sacar la candidata al Senado. La caracteriza su empeño
Hay una más, de la que hasta ahora también poco se ha hablado: Mónica Robles Barajas, exdiputada, integrante de la familia Robles Barajas muy amiga del presidente López Obrador tanto que su madre Roselia Barajas fue nombrada por AMLO embajadora de México en Costa Rica y su padre José Pablo es amigo personal del tabasqueño. Es fama pública que ellos recomendaron ante López Obrador a Rocío Nahle, aunque esta se les habría abierto ya. En sus visitas al estado, los aspirantes presidenciales Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard los han visitado y se han reunido con la familia, incluida ella. Una versión que tiene el columnista es que Andrés Manuel la quiere en el Senado.
La baraja la completa otra mujer que se ha destacado por su gran trabajo al frente del IPE: la socióloga Daniela Griego Ceballos, exdiputada, una gran activista social, exconsejera electoral en el Consejo Local del entonces IFE (hoy INE), quien ha demostrado una gran capacidad no solo como administradora sino también como negociadora, herramienta que le ha servido para fortalecer las finanzas del Instituto de Pensiones del Estado como nunca antes.
Podrían ser candidatas a una diputación
Algunas de las mencionadas, porque la posición al Senado es solo una, podrían terminar como candidatas a diputadas federales o, en última instancia, a diputadas locales.
En esta última lista podrían encajar también Yasmín Ugalde Colunga, coordinadora del Instituto Nacional de Formación Política en Veracruz, candidata a diputada en 2015; Tanya Carola Viveros Cházaro, sí, la misma que acaba de ser senadora por unas horas para suplir a Claudia Balderas Espinosa; y Brenda Cerón Chagoya, actualmente encargada del despacho de la Comisión de Búsqueda, entre otras.
De acuerdo a lo que se le ha dicho al columnista, Morena buscaría presentar esta vez al electorado un elenco de mujeres preparadas, competitivas, con buena imagen, que garanticen triunfos.
Acerca del Senado, en fuentes de Morena, cuando les he comentado que, según, Javier Herrera Borunda quiere esa posición como condición para ir en alianza, me han respondido: “parece que en Veracruz no se quiere nada con el verde”.