Armando Ortiz / En los tiempos de la Cuarta Transformación el desdén y la descortesía se han convertido en una virtud. El presidente de México es quien pone el ejemplo. El día que le entregaron la “Medalla Belisario Domínguez” a Elena Poniatowska el presidente decidió no asistir, mostrando su desdén a una mujer que lo apoyó en sus tres campañas presidenciales. Pero no todos los funcionarios públicos son iguales. Patricia Lobeira, alcaldesa de Veracruz, dio muestra de una gran civilidad política al dar recibimiento a dos de las “corcholatas” presidenciales de Morena, Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard. Entiende la alcaldesa de Veracruz que sin civilidad política se anula el diálogo, tan necesario en un estado democrático. Pero Paty Lobeira no sólo dio clase de civilidad, también mostró valentía y entereza frente a un grupo de taxistas que, azuzados por la diputada morenista Rosa María Hernández, quisieron reclamarle por los operativos que constantemente se llevan a cabo en las calles y avenidas de Veracruz, responsabilizando al ayuntamiento de los supuestos abusos cometidos en contra del gremio taxista. La alcaldesa, ante esta clara provocación, dio respuesta puntual al reclamo: “Los operativos se hacen en apoyo al Ejército y la Marina, nunca se hacen operativos solos y si alguien tiene otros datos que me los haga llegar. Pero estaremos trabajando coordinadamente como hasta ahora”. Vale mencionar que, en los tiempos recientes, se ha sabido que una de las modalidades para la distribución de droga al menudeo es con la ayuda de taxistas. Es por ello que los operativos ponen énfasis en combatir el narcomenudeo. Es a ese tipo de taxistas, coludidos con los cárteles de la droga, a quienes afectan los operativos de la Marina y del Ejército.
Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque sin agua gracias a la tozudez de la morenista Carmen Medel. Quiere agua, pero no piensa apoyar obras en Tatahuicapan
Melquiades Bautista Hernández, comisario ejidal de Tatahuicapan acusó a la alcaldesa de Minatitlán, la morenista Carmen Medel, de negarse a cumplir con las obras prometidas para esa comunidad. El comisario ejidal responsabilizó a la morenista de que, gracias a su insensibilidad y negación al diálogo, se tuvieron que cerrar las válvulas de la presa Yuribia, a manera de presión, para que les cumplan lo prometido. Esta acción de protesta dejará sin agua a tres municipios, Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque. Al parecer Carmen Medel, alcaldesa de Minatitlán nunca tuvo la disposición de autorizar un pago para un proyecto hidráulico que beneficiaría a los ejidatarios de Tatahuicapan de Juárez. El alcalde de Coatzacoalcos, ante la gravedad de la situación, anunció que se estarán utilizando pipas para distribuir agua a la población. Sin embargo, en los tres municipios sabe que, si la protesta no se arregla, el problema de desabasto se agravará en unos cuantos días. Lo mejor, por supuesto, es el diálogo, pero eso no se le da mucho a los de Morena.
3 de mayo de 2021 cae trabe de la Línea 12 del Metro. Junio de 2021, AMLO se compromete a que en un año se repara. 3 de mayo de 2023, dos años y nada
Ese 24 de junio de 2021, a casi dos meses de la tragedia de la Línea 12 del Metro, tragedia en la que murieron 26 personas, el presidente López Obrador se llenaba la boca con sus promesas: «Yo ya puedo decirle a la gente de Tláhuac y a la gente de Iztapalapa y de Chalco, los que utilizan ese sistema de transporte, que a más tardar en un año está funcionando de nuevo la línea con toda la seguridad, y es mi palabra». «Es mi palabra», dijo. Ahora sabemos que su palabra no vale nada. En esos días estaba en la zona de fuego la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, quien se había olvidado del mantenimiento de esa y otras líneas, lo que finalmente causó el derrumbe de una trabe en el municipio de Tláhuac. Pues para que su “corcholata” preferida no fuera señalada, el presidente metió las manos al fuego por ella: «Para que no se malinterprete, esta fue una iniciativa de la jefa de Gobierno, a la que apoyo y respaldo; pero, si hace falta, dejo empeñada mi palabra de que vamos a resolver el problema». Pero su “corcholata” le quedó mal; su ineficiencia se ha hecho manifiesta y las obras, a dos años de la tragedia, siguen y no se ve para cuándo habrán de terminar.
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